Anatomía Ocúlta
Los antiguos filósofos vislumbraron una serie de correspondencias entre el cuerpo humano y el universo. Esta relación está en el origen de todo el conocimiento y es en cierto modo un mapa de reconexión o esquema anagógico (así como analógico), que permite al hombre unirse con la divinidad entrando en ritmo y consonancia con este orden. Anatomía Ocúlta |
La idea que se deriva del sistema de correspondencias es que el hombre contiene en sí mismo el mismo arquetipo que todo el universo y por tanto si logra conocerse a sí mismo podrá conocer a Dios , como han dicho los místicos, parafraseando el famosa frase inscrita en el oráculo de Delfos.
El origen de las correspondencias, esa madeja de hebras luminosas que todo lo abarcan, según la tradición hermética viene de Egipto, donde se dice que existían dos columna o pilares en los que Thot (Hermes, egipcio) había escrito esta sabiduría primordial, antediluviana, la cual habría sido custodiada por los sacerdotes.
Según Jámblico en sus Misterios egipcios, Pitágoras y Platón estudiaron las estelas egipcias en el templo de Sais (posiblemente Seth contemplando a Sirio).
Por José L. Molteni